Help i have done it again.

¿Lo encontré, después de 31 años?

lunes, 22 de abril de 2024 at 11:39 with 0 comment[s]

¿Podré soportar esto?

Sin saberlo me topé con un muro gigante y un cincel en la mano, no sé si utilizarlo porque me da miedo lo que pueda encontrar del otro lado.

Temo encontrar el sufrimiento que trato de tapar constantemente, de abrir el placard y que toda la basura me caiga encima.

Temo que lo que reprimo me destruya, que se lleve consigo lo que me queda de alma, aunque en este punto no estoy segura si ese resto de mí está escondido entre todo el desorden.

¿Qué pasará si busco, si revuelvo, y no puedo encontrar mi alma de vuelta? ¿Si estoy luchando una batalla que hace tiempo finalizó? ¿Si el aliciente de que no es que esté vacía, sino desordenada, que últimamente me llevó a encontrar una motivación de indagar, en realidad es solo una mera ilusión, una estela de lo que alguna vez fue y se esfumó?

Quiero romper el muro, quiero sentirme tranquila, hacer que mis días en el mundo no sean una tortura la mayor parte del tiempo. Quiero encontrar el origen del sofocante agujero negro en mi interior que hace años me atormenta, del deseo animal de destruir mi cuerpo que no soporto y hacerlo trizas porque me da asco pensar que es una carcaza de nada, porque nada soy y nada tengo que brindar.

Quiero que no me duela sonreír, que las carcajadas no sean empañadas por este sentimiento, donde solo el cielo porteño de tantas madrugadas sabe los litros de lágrimas que le he llorado tratando de entenderlo, de sobrellevarlo, de hacerlo parte de mí, de herirlo, de alcoholizarlo, de quemarlo, cortarlo, fumarlo, llevármelo a la tumba. Noches viendo hacia mi ventana, rogándole a la luna, a alguna estrella, a mis amigos y parientes muertos, a los que viven, pero les soy invisible, a cualquier entidad arriba que me escuche o que me salve de mí misma.

Solo el cielo nocturno sabe cuántas ganas he tenido de ya no existir más y de dejar de sufrir el daño colateral de la ignorancia y la falta de sensibilidad ajena. De cargar con los daños de una injusticia, de haber servido de lienzo para que los demás aboquen sus frustraciones y tener que cargar con la culpa de las mismas, de sufrir y no poder emitir sonido porque los demás lo escuchan como un aullido de víctima y no como un grito de auxilio.

Quiero que me sea suficiente el amor que me brindan los demás, que no sea un parásito demandante de atención que busca en otros llenarse a sí misma, quiero que conmigo alcance para no buscar tampoco la atención en el otro. Así como también quiero aprender a confiar y a entender que no todo el contacto es para hacerme daño, que puedo ser consciente de que quien me quiere no va a lastimarme, o aunque sea que voy a entender sus sentimientos y los míos cuando el daño ya está hecho.

Quiero todo esto y solo tengo un cincel por ahora, Si hay algo de mí que quiere sobrevivir, que dé el primer golpe.

Escapes

miércoles, 26 de agosto de 2020 at 6:41 with 2 comment[s]

Este es el único lugar seguro que tengo para escribir todo lo que me ocurre, por el momento. Porque no sirve ninguna red social, no hay espacio conocido donde pueda ser espiada.

De nuevo mantengo secretitos ¿saben? es una vergüenza que a los 27 años mantenga secretitos, pero cuando nunca te preocupas por salir adelante en esto, es imposible que los pensamientos se dejen de ir. ¿Puede ser que hayan momentos de lucidez, donde sientas que has superado todas estas cosas y que ya no es parte de ti nunca más? Sí, claro que puede. Pero es una ilusión únicamente, porque sabes, tú sabes que sigue ahí, solo que está escondida. "Mía" como la llamaba a mis 14 años para no sentir la pesadez de decir Bulimia sigue acá, solo que de vez en cuando se esconde y yo caigo en la ilusión que puedo acercarme al mundo de la gente que no siente las ganas de meterse los dedos cada que hay una cena.

Obvio que va a aparecer, siempre va a aparecer, cuando veo que mis rollos sobresalen por encima de mi blusa y no lo puedo contener, cuando siento la grasa de esa carne yéndose adentro de mi estómago. Cuando me levanto y el peso deja de ser 48kg y son 54kg. Tratas de hacer una dieta sana, de ser inteligente esta vez, de mantener las tres comidas diarias (o dos) y ves que no funciona. 53.9, 53.8, 53,7 cada semana y ves que no funciona. Y dentro de ti ya sabes que hay una manera, que tú y solo tú sabes cómo hacer esto. Que sabes qué y cuándo hacer, solamente tienes que sacar a "Mía" de su escondite y estará.

Empiezas a decidir que es mejor bajar ese desayuno de 200cal a 100. A no dejarte esa hamburguesa dentro porque ¡Eso no se va a quedar adentro tuyo! A bajar ese almuerzo de 500cal a 300. De 300 a 200... ¿Cómo vas a comerte 200g de pechuga de pollo? ¡Loca! ¡Gorda!
Las porciones dejan de ser una porción y se convierten en gramos. Esos gramos se vuelven en calorías y lentamente vuelven tus poderes de calculadora humana de macronutrientes. De dejar de ver la fajita de pollo como tal sino como 180cal de tortilla, 120kcal en 90g de pollo, 3 calorías de lechuga... 7 de tomate. Y cuidado, cuidadito con pasarte de 500cal en un día , ya sabes cómo te pones y terminas en el baño, con un ridículo tupper en la ducha vomitando con la llave abierta para que no se enteren.

Ya puedes predecir cuándo y cómo será el día o los días de laxante a la semana, cuándo y cómo serán las semanas de purga... decidir darte una semana de restricción porque tu garganta ya se jodió mucho y tampoco era que te salía mucho vómito. Lo puedes predecir y controlar todo, porque ya no estás bajo tu propio control. Ya es "Mía" la que lo tiene y esta sí que sabe cómo volverte un mounstro controlador y manipulador, mentiroso y compulsivo.

Dicho todo esto, estoy aquí. De nuevo, entregando el control a entidades inventadas para que no me pese tanto el hecho de que soy yo misma la que se hace todo esto. Ya sé que no me voy a salir de esto nunca jamás, al menos así de gorda no.